MERCENARIOS DE LA DESINFORMACIÓN TIMOCRÁTICA

"Estúpida, arrastrada, inepta, comunista, resentida, tarifada".

La opinión pública del mundo ha sido brutalmente desinformada sobre Venezuela no sólo por los sicarios mediáticos de la "comunidad intercriminal" sino por la ineficiente política informativa del gobierno venezolano. ¿Por qué no se ha difundido masivamente a través de las redes sociales el devenir cotidiano de la gente como han hecho recientemente un argentino y una española? Una sucesión de videos cortos pero continuos visitando centros comerciales, el metro, parques e instalaciones deportivas llenos de gente, barrios populares restaurados, fines de semana parranderos en el este de Caracas donde vive la oligarquía. Las diversas publicaciones del argentino Diego Alejandro Itursarry @DiegoEnLaLucha han desatado una oleada de críticas de la "oposición" twittera, pero no de la naturaleza sufrida por la española Arantxa Tirado Sánchez. La han masacrado con toda clase de insultos y fotomontajes denigratorios. Incluso el libelo "La Patilla" del primo del cibersicario venezolano con pasaporte colombiano Federico Medina Ravell alias @LucioQuincioC ha cuestionado su trabajo de esta "chavista española" (asi calificada por el panfleto dirigido por Federico Ravell Arreaza socio televisivo del colombiano Juan Gonzalo Ángel Restrepo cuyo hermano "Guillo" pilotó presuntamente varias narcoavionetas del Cartel de Medellín).

Ha sido brutal la campaña del cibersicariato parauribista contra la española Arantxa Tirado Sánchez y la venezolana Cindy Orlenys Ortiz Vargas por compartir juntas varias grabaciones hechas en las calles de la capital de la "dictadura" castrocomunista. Un cibersicario anónimo parapetado en la cuenta @jesusdanielsg ha tenido el atrevimiento, propio de los cibersicarios parauribistas (sólo ellos tienen derecho a usar las redes sociales), de colgar un artículo del periódico "El País" sobre la pretendida "propaganda del régimen de Maduro" denunciada por twitter. ¡Y lo dice twitter santuario del parauribismo colombovenezolano de vieja data!

Twitter ha suspendido más de mil cuentas del "régimen de Maduro" pero sigue manteniendo la del ciberparaco @jesusdanielsg responsable de varios fotomontajes denigratorios de la periodista venezolana Cindy Orlenys Ortiz Vargas. Señores de twitter, una vez más, por la boca muere el pez. Aplíquense el cuento a la hora de cumplir sus propias reglas. ¿Por qué a pesar de las denuncias cursadas siguen manteniendo activa esta cuenta?

DENUNCIAN LA PARCIALIDAD DE TWITTER

Por permitir el uso masivo de "bots" para impulsar las etiquetas de apoyo al monigote "autoproclamado" por encargo de la Casa Blanca. En su más reciente artículo Automatización de redes sociales y guerra de información en Venezuela, publicado en Medium el pasado 6 de febrero, la especialista e investigadora Erin Gallagher denunció el uso masivo de cuentas automatizadas (conocidas como "bots"), que, usando diferentes aplicaciones, impulsaron etiquetas el pasado 23 de enero y días subsiguientes en apoyo a la autoproclamación del encargado de la Casa Blanca como supuesto presidente del país. En contraposición, el 31 de enero la empresa twitter confirmó el bloqueo de 1.196 cuentas venezolanas, todas simpatizantes del chavismo, acusándolas de estar "involucradas en una campaña de influencia impulsada por el Estado". ¿Hay parcialización en la famosa empresa de redes sociales?

Según la investigación hecha por Gallagher, la etiqueta #23E, una de las más activas en torno a la autojuramentación del diputado Juan Guaidó como supuesto presidente interino, generó 1.353.189.139 impresiones entre el 24 y el 28 de enero, una enorme cantidad de ellos de aplicaciones para automatizar tuits. Uno de los mapas de nodos generados por Gallagher muestra el rol protagónico que tuvo el usuario @DolarToday en Twitter para imponer la tendencia #23E entre el 24 y el 28 de enero. Pero no se trata simplemente de tuits por parte de una cuenta influenciadora, como podría creer alguien. DolarToday es una página web muy conocida en Venezuela por publicitar valores del dólar paralelo; el gobierno la acusa de manipularlo para favorecer la hiperinflación y generar descontento en la población, como parte de la guerra económica que se realiza contra el país. Pero la investigadora Gallagher también ha denunciado en el pasado que DolarToday mantiene una red de miles de cuentas Twitter que publican, al unísono, todas las noticias que ella emite en su página web, todo gracias a que crearon una serie de aplicaciones que así lo permiten. En las siguientes imágenes publicadas por Gallagher en su artículo, se puede ver “la automatización repetitiva que proviene de la cuenta de DolarToday y de otras cuentas que auto-tuitean su contenido”, dándole prioridad a noticias sensacionalistas e inusuales publicadas en el sitio web de DolarToday, como una que acusa al expresidente Hugo Chávez de ser un "drogadicto pervertido" que intentó abusar sexualmente a una periodista "mientras fumaba mariguana". Artículo completo de Luigino Bracci Roa.

BECERRA TE JODISTE POR BOCONA

PUIGDEMONT Y LA BECERRA

PRENSA ESPAÑOLA HEDOR MEDIÁTICO

BBC MINTIENDO QUE ES GERUNDIO

OCULTAR LA NOTICA ES ASESINATO

DIARIO EL PAÍS BAJO SOSPECHA

EUROPA PRESS NOTICIA FALSA

MERCENARIOS DE LA INTOXICACIÓN

TERRORISTA DE LA DESINFORMACIÓN

GUERRA MEDIÁTICA CONTRA VENEZUELA

ENTENTE CORDIALE HISPANOVENEZOLANA

ENCUBRIDORA DE UN CIBERSICARIO PARAURIBISTA

El periódico "El País" no es más indicado para criticar el presunto sicariato del "régimen" venezolano en las redes sociales. En su plantilla figuran dos periodistas colombianas relacionadas con el terrorista Luis Diego Lleras Blanco, un cibersicario parauribista a las órdenes del bandido Carlos Escobar Marín (pariente tanto del narcoparamilitar Macaco como de la "Reina de la Cocaína" Griselsa Blanco Restrepo).

Este bandido, Luis Diego Lleras Blanco, desde múltiples perfiles falsos en twitter, se dedicó varios años a publicar injurias y calumnias por mi testimonio contra el número 82 Álvaro Uribe Vélez —cuyos lazos con el crimen organizado se extienden a su hermano Santiago Uribe Vélez, procesado por paramilitarismo, y a su cuñada Dolly Cifuentes Villa, viuda de Jaime Alberto Uribe Vélez, detenida en EEUU por sus vínculos con el capo del Cartel de Sinaloa Joaquín "Chapo" Guzmán Loera—. No sólo injurias y calumnias, sino montajes fotográficos denigratorios. Aun cuando se parapeta en perfiles anónimos está perfectamente identificado; él, y todos los sicarios investigados por mí. Nombres reales, direcciones de las empresas donde trabajan, fotografías de familiares, vinculos con Álvaro Uribe Vélez y demás dirigentes importantes del centrodemocratico.com. Todos han sido desmantelados, aunque la podrida justicia colombiana no ha hecho su trabajo como es procesarlos. En Colombia el índice impunidad ronda el 90 por ciento. Es el paraíso soñado de los delincuentes.

A Luis Diego LLeras Blanco lo pude relacionar con dos periodistas de "Vanguardia Liberal" (periódico de Bucaramanga): Dora Montero Carvajal y Sally Palomino Carreño. Ambas más tarde acabaron en el periódico de Juan Luis Cebrián Echarri, ex jefe de los servicios informativos de la RTVE en la época del Dictador Francisco Franco Bahamonde. Sally Palomino Carreño, tras hacer yo un comentario en twitter por su relación con el terrorista Luis Diego Lleras Blanco, me bloqueó y borró inútilmente su tuit donde confirmaba su vínculo profesional con el bandido. ¿Por qué lo hizo? ¿Una vela a Dios y otra a su primo Lucifer? Sospechosa en ambos casos.

Quien también ha trabajado en el periódico dirigido por Juan Luis Cebrián Echarri ha sido Francisco Santos Calderón, vicepresidente de Colombia con el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y ahora embajador de Paraduque en Washington. Su protagonismo en la maniobra golpista contra Venezuela ha sido revelado por el periódico "El Espectador".

Pero como no hay dos sin tres, el periodista Juan Cruz Ruiz ha entrevistado con mucho cariño a Tulio Rafael Hernández Rodríguez, huido de Venezuela tras instigar el asesinato de Almelina Carrillo Virgüez con una botella de agua congelada arrojada por Jesús Juan Albi Zambito desde su balcón a una manifestación chavista. Como se puede comprobar el periódico "El Pais" tiene una fiabilidad a prueba de bomba. ¡Qué asco! Lacayos pensando en las migajas del botín venezolano.

DETRÁS DE MADURO CAEREMOS NOSOTROS

"La guerra es dulce para los inexpertos. Así reza un adagio de Píndaro recogido por Erasmo de Rotterdam en el siglo XVI. Esa frase la recordé el miércoles pasado cuando vi la banalidad con que el presidente Duque se hizo el desentendido luego de que su homólogo Donald Trump confesó, en plena rueda de prensa, que su gobierno sí estaba considerando enviar tropas a Colombia. Me impactó la manera casi ingenua con que dejó pasar semejante declaración. Casi como si no supiera qué está en juego y como si lo dicho por el mandatario norteamericano no tuviera ninguna carga de profundidad. No se dio cuenta tampoco del trato indigno que le dio Trump en esa rueda de prensa. Además de quedarse callado cuando el mandatario gringo dijo que tenía pensado enviar tropas a Colombia para provocar al régimen de Maduro, Duque se convirtió en un cero a la izquierda a lo largo de la rueda de prensa en la que Trump acaparó el interés de los medios. Por momentos Duque parecía más el representante de un protectorado de Trump que el presidente de un país soberano. Sin embargo, ni siquiera esa indignidad que a muchos nos erizó inquietó a Duque. Pero sobre todo me impresionó esa leve sonrisa con que acompañó sus silencios mientras Trump nos notificaba que Colombia era la cabeza de playa de su estrategia para acabar con el régimen de Maduro; la suya era una sonrisa socarrona, parecida a la que tienen los niños traviesos cuando son conscientes de que están cometiendo una pilatuna. Antes de atizar el discurso de la guerra, debería entender que los intereses del gobierno de Donald Trump no son los mismos de Colombia, entre otras porque nosotros tenemos una frontera limítrofe con ese país de 2.300 kilómetros. Duque piensa que con la guerra se puede jugar porque es una hipótesis lejana. Pero con la guerra no se juega y mucho menos se puede pensar que invocarla, así sea por torear al enemigo, no trae consecuencias. La guerra solo es dulce para los que no la han vivido. Y Duque parece pertenecer a ese grupo de inexpertos. No se puede jugar a la guerra ni exhortar a la opinión con un discurso cada vez más radical –que se sabe dónde empieza, pero no dónde termina–, sin pensar que eso no va a tener ningún efecto. Duque saca pecho y se siente como un gallito de pelea al lado del presidente norteamericano, pero se equivoca al convertir a Colombia en la cabeza de lanza de la estrategia de Trump. Antes de atizar el discurso de la guerra, debería entender que los intereses del gobierno de Donald Trump no son los mismos de Colombia, entre otras porque nosotros tenemos una frontera limítrofe con ese país de 2.300 kilómetros. Pero además debería darse cuenta que su decisión de convertirnos en la punta de lanza de la estrategia norteamericana en contra del régimen de Maduro nos expone de manera peligrosa porque nos vuelve un blanco fácil en la eventualidad de que la diplomacia falle y Maduro decida responderle a Estados Unidos sus provocaciones. Cuando uno llama a la guerra, esta toca a la puerta. ¿Lo sabrá el presidente Duque? Duque llegó al poder diciendo que iba a implementar los acuerdos así él no hubiera estado de acuerdo con ellos, porque él iba a ser el presidente de todos los colombianos. Ahora que se reencontró a sí mismo en el discurso de la guerra, entre otras, gracias a la estupidez del ELN, ya se quitó la careta: en su gobierno está prohibido pronunciar la palabra paz; acabó la oficina del posconflicto; está acabando con el Centro de Memoria Histórica porque lo considera una guarida de mamertos partidarios de las FARC; lo que más le importa de las FARC es extraditar a Santrich mientras que los dineros para la implementación del acuerdo se pierden en su plan de Desarrollo, que en su parte introductoria borra los ocho años de Juan Manuel Santos y en el que hay un párrafo dedicado a exaltar los éxitos de la política de seguridad democrática del presidente eterno; tiene desde hace una semana en su escritorio para su firma la ley estatutaria de la JEP, pero todavía no lo hace; quiere flexibilizar el porte de armas, como si en este país se hubiera borrado la memoria de lo que nos sucedió con las Convivir; pretende acabar con la dosis mínima y está empeñado en no cumplir los protocolos firmados con el ELN por el gobierno Santos, con la tesis de que no hay políticas de Estado, sino de gobierno. A Duque se le ve encantado en su nuevo papel de atizador de la guerra porque por fin está subiendo en las encuestas. Pero que le quede claro: si la sigue invocando, la guerra nos va a llegar. No juegue con fuego, presidente. No hay guerras dulces. María Jimena Duzán.