"Una actitud positiva hacia los inmigrantes favorece y enriquece a la sociedad que los acoge. Incorpora el capital humano, la creatividad, la energía y el deseo de superación de los recién llegados. Estimula la diversidad, la tolerancia y la movilidad social, además de mejorar el conocimiento de otras culturas y otras naciones. Constituye, a todas luces, una ganancia neta para la nación receptora".

"A pesar de los indiscutibles beneficios que ha recibido el país de la escasa inmigración que ha tenido lugar, la normativa al respecto es restrictiva en extremo. Hace falta cambiar la mentalidad recelosa hacia la inmigración en Colombia por una actitud de bienvenida a los técnicos, intelectuales, y científicos extranjeros que quieran aportar su capital humano a la modernización del país". Rodrigo Botero Montoya

Colombia, a pesar de ser un país de emigrantes (seis millones repartidos por el mundo), tiene arrebatos legislativos xenófobos. "Internacionalista" de puertas afuera y ultranacionalista de puertas adentro. El empresario Rodrigo Botero Montoya, como antes hicieron otros, ha puesto el dedo en la llaga. Sin embargo cuando defiende el derecho de inmigracion de todo el mundo no habla de los inmigrantes pobres ni de los delincuentes, sino de técnicos cualificados, intelectuales, científicos. ¿Xenofobia? ¿Racismo? Esa ha sido la sistemática acusación de Colombia a los países contrarios a asumir el excedente de la mano de obra barata de origen extranjero, cuando no las hordas de criminales y proxenetas. Sin embargo por la boca muere el pez. El Decreto Presidencial 2107/01 firmado por Andrés Pastrana Arango es diáfano como el agua cristalina: Colombia no quiere inmigrantes pobres.

OLIGARQUÍA COLOMBIANA Y LA DIRECTIVA EUROPEA DE RETORNO

"América Latina se rebela contra la Directiva de Retorno de la Unión Europea". Menuda apología de la infracción de las normas de inmigración de los países soberanos. El periódico colombiano "El País" ha dedicado un par de artículitos muy interesantes, sobre todo el segundo. La técnica gebeliana es harto conocida (hoy me interesa tu opinión pero mañana no si me perjudica). El periódico "El País" (no confundir con la secta independiente de la mañana española) ha resaltado las palabras del eurodiputado bolchevique Willy Meyer Pleite como ejemplo de "solidaridad" y "europeísmo" civilizado: "No me reconozco en esta Europa que pretende deportar a ocho millones de personas recuperando la figura de la detención administrativa". ¡¡Caramba, carambita, carabambola!! Conque este sujero ahora es "provechoso" ¿eh? ¿Que dijo el periódico "El País" de Santiago de Cali cuando hace un año el mismo eurodiputado ahora "resaltado" (viejo truco) le mandó una cartita a Álvaro Uribe Vélez? ¿Qué no la recuerdan, amiguitos?

Señor Presidente: Los parlamentarios y parlamentarias europeos que suscribimos esta comunicación estamos profundamente preocupados por las informaciones que hemos recibido sobre los asesinato los ultimos días de varios sindicalistas, dirigentes políticos y defensores de derechos humanos, y por las amenazas proferidas ahora contra líderes sociales y defensores de derechos humanos que convocaron a la marcha pacífica de homenaje a las víctimas el pasado 6 de marzo. Las informaciones sobre estos amenazas provienen de organizaciones sociales y de derechos humanos colombianas así como de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos (OACNDUH) que ha manifestado su preocupación en comunicado del pasado 13 de marzo. Los autores de las amenazas dicen ser organizaciones paramilitares autodenominadas "Águilas Negras" y han incluido listas de personas contra quienes planean cometer atentados. En su comunicado la OACNUDH afirma lo siguiente: “Es urgente una acción decidida para aclarar el atentado del 28 de febrero con arma de fuego contra el domicilio de la señora Luz Adriana González, miembro del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos y promotora de la marcha del 6 de marzo en Pereira; y los homicidios de los señores Edgar José Molina (colaborador de Huipaz) el 23 de febrero, en Algeciras, Huila; Manuel José Reina Collazos (miembro del Partido Conservador) el 25 de febrero, en Vijes, Valle; Leonidas Gómez Rozo (dirigente del sindicato UNEB) el 5 de marzo, en Bogotá; y Carlos Burbano (directivo del sindicato ANTHOC) cuyo cadáver apareció el 11 de marzo, en San Vicente del Caguán, Caquetá.”

Señor Presidente: los asesinatos y atentados contra estas personas merecen todo nuestro repudio. Nos parece importante igualmente que usted se pronuncie sobre estos hechos y dé un apoyo claro a la labor de los defensores de derechos humanos. Le instamos a velar porque el Estado colombiano utilice todos los medios previstos por la Constitución y las leyes para investigar y sancionar a los responsables de estos crímenes. Estos crímenes nos llevan a tomar muy en serio las amenazas que están circulando en Colombia contra los organizadores de la marcha del 6 de marzo e instamos a su gobierno a que garantice la pronta y eficaz protección a los defensores de derechos humanos y los líderes sociales objeto de dichas amenazas. Consideramos que esta situación viene a corroborar las informaciones según las cuales el paramilitarismo no es un fenómeno superado en Colombia, pues mantiene su capacidad criminal a nivel nacional. Atentamente

GLOBALIZACIÓN Y NACIONALISMO COLOMBIANO

Cuánto se aprende del nacionalismo criollo viajando desde México hasta Argentina. Los nacionalistas criollos son globalizadores de fronteras afuera (exportación de mercancías con preferencias arancelarias en destino y exportación sin límite ni condiciones previas del excedente de la mano de obra barata desempleada, amén de los pobres y los delincuentes) y nacionalismo de puertas adentro (férreas normas de inmigración y limitación de las inversiones extranjeras cuando no su expropiación). ¡¡Pero!! Ojito con defender la soberanía en Europa o EEUU frente a la invasión de inmigrantes clandestinos en detrimento de los derechos políticos, económicos y sociales de los "autóctonos" (como se dicen a si mismos los pendejos nativos para no ser tachados de racistas ni xenófobos). En Colombia, tanto la oligarca María Clara Ospina Hernández (hija del ex presidente de la República Mariano Ospina Pérez) como la narcoguerrilla han criticado la "extranjerización" de la economía colombiana. Es el denominador común en Colombia. El periódico "El Mundo" (Medellín) también ha puesto su granito de arena:

Otra joya a manos extranjeras. Es una lástima que para sacarlas del atolladero, Coltejer y quién sabe cuántas otras empresas más de genuino capital nacional sigan el mismo camino (...). Salta a la vista que una empresa sin pasivos laborales y sin convención colectiva y con un grupo de trabajadores resuelto a poner de su parte para reactivarla, es un buen argumento a la hora de salir a buscar un socio estratégico que le aporte capital y tecnología y, por lo que dio a entender el copresidente, ya se han dado pasos importantes en ese sentido con una poderosa textilera mejicana: “Esta empresa (Coltejer) queda de propiedad de los trabajadores y cualquier negocio futuro lo tendremos que hacer con ellos. Ya hay avances en esta negociación y estamos puliendo lo que falta para eso. No hay duda de que saldremos adelante”. No podemos menos que congratulamos por este nuevo paso en la salvación de una de las empresas orgullo de Antioquia y de Colombia, fundada por Don Alejandro Echavarría y que llegó a ser, en los sesenta del siglo pasado, la mayor textilera de Sudamérica y, lo más meritorio, hecha a pulso y con capital genuinamente colombiano a lo largo de sus cien años de existencia. Por eso, el sabor agridulce que nos deja la noticia de que no será liquidada y que seguirá siendo una fuente de trabajo para miles de familias antioqueñas, es que su salvación definitiva depende precisamente de su enajenación a manos extranjeras, que serán las que se queden con las utilidades, como viene sucediendo a pasos agigantados con gran parte del patrimonio privado colombiano. A Bavaria la compró SaB Miller, a Coltabaco la Phillip Morris, al Banco Comercial Antioqueño el Banco Santander de España; a Inextra la compró Procter and Gamble, a Avianca el brasileño Efromovich, a Caracol el Grupo Prisa, de España..., en fin, la lista es ya interminable. Y a todo ese boom se le llama “inversión extranjera directa”, cuando la verdad es que – como lo hemos explicado en varios editoriales y es lo que va a ocurrir con Coltejer – aquí viene el capital extranjero a comprar las acciones de los que construyeron las empresas y generaron el empleo, con lo que simplemente se transfiere un derecho de propiedad - porque no se crean nuevas unidades productivas, ni se generan nuevos empleos - y el resultado de esa transferencia no es propiamente una inversión sino una desinversión de capital nacional, que queda localizado en el exterior en condiciones de alta liquidez. Es una lástima que para sacarlas del atolladero, Coltejer y quién sabe cuántas otras empresas más de genuino capital nacional sigan el mismo camino. Responsable fundamental de esta tragedia es la desastrosa política monetaria de la Junta del Banco de la República, que además de castigar las exportaciones hasta destruirlas, ha convertido a Colombia en un coto de caza para el capital extranjero, que puede comprar a menosprecio todo el fruto del ahorro de los colombianos. Información.

CAPITAL EXTRANJERO EN COLOMBIA

"Los economistas suelen ponderar la importancia de la inversión de capital extranjero en las economías nacionales. Parten de la base de que ello implica un impulso al desarrollo económico, contribuye a disminuir el desempleo y trae consigo nuevas tecnologías o la mejora de las existentes. Dicho postulado requiere para su validez, sin embargo, de una indispensable distinción entre dos opciones. La primera consiste en la creación de nuevas empresas por el capital extranjero, con la consiguiente vinculación de personal y la transferencia de tecnología. La otra alternativa, diferente de la anterior en contenido y perspectivas, es la adquisición de importantes empresas de propiedad del Estado o de particulares; aquí, más que un estímulo al empleo, se compromete el número y la estabilidad del personal, mientras que la reorganización resulta ser de carácter administrativo y contable más que tecnológico. A la segunda opción se están apuntando en Colombia, en los últimos años, tanto el sector público como el sector privado. Para el efecto, cuando la enajenación no es total, la oferta pública se hace consistir en la venta de acciones en un porcentaje del 51 por ciento, o "el 50 por ciento más una acción", con lo cual el socio estratégico -como es llamado- se convierte en el accionista mayoritario y el que en adelante señala el rumbo de la empresa". Artículo completo de Javier Henao Hidrón (miembro del Consejo de Estado).

EMIGRACIÓN DE CAPITALES

"Uno de los temas que más preocupa a algunos analistas sobre la compra de empresas nacionales por extranjeros es la masiva salida de capitales que en muchos casos se ha denunciado por la vía de las descapitalizaciones o la migración de los mismos en forma de utilidades (beneficios). José Fernando Isaza Delgado, rector de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, opina que este no es un problema porque es una lógica empresarial. "No conozco empresas manejadas por monjitas" dice al referirse a que ya sean nacionales o extranjeros, muchos inversionistas pueden optar por llevar sus dividendos al exterior. Asegura que la salida de utilidades por la vía de las remesas no es mala "porque eso significa que el capital produjo, pagó impuestos y hasta pagó el impuesto de remesas que se cobra en el país". Álvaro Montenegro, catedrático de la Universidad Javeriana, dice que perder empresas 'insignia a manos de extranjeros es un argumento más político pero sin ningún efecto real si la gente tiene empleo y las empresas producen. Más información.

COLOMBIA EN ALMONEDA

"Colombia se vende. Se vende porque de pronto pierde valor y ya no nos dan lo que vale. Usted sabe, con la globalización todo baja de precio, hasta los nacionalismos. Claro, ya no se lo podemos vender completo, porque el país se ha estado vendiendo desde siempre, pero de eso nada nos ha tocado. Que el oro para la Chocó Pacific, que el petróleo para la Troco, que el carbón para la Exxon, etc, etc. Ahora se trata de venderlo, entre todos, para que a todos nos toque algo, porque hasta ahora sólo unos cuantos, por cierto, son los que se han beneficiado con su venta. Colombia está localizada en el extremo norte de Suramérica. Tiene una área de 1.138.138 kilómetros cuadrados, que mi memoria de niño de escuela pública todavía recuerda, sí el Dane no dice lo contrario, y los países vecinos no han ocupado algunos kilómetros que algún canciller haya regalado en nota diplomática. Tiene costas en los dos océanos, el Atlántico y el Pacífico. Los Andes entran por el Sur y se dividen en tres cordilleras, que van a morir al norte y al oriente del país. Tiene minerales, como carbón, níquel y cobre. También tiene oro y petróleo. Las dos terceras partes del territorio son selvas tropicales, con la mayor biodiversidad del mundo por kilómetro cuadrado, y tenga en cuenta que el 80% de la farmacopea del mundo está en el Amazonas, una mina para las trasnacionales farmacéuticas, que no saben de valores pero sí de precios. En Colombia, a pesar de estar en el trópico, la altitud sobre el nivel del mar, provista por las montañas, atempera el clima, y aunque usted no lo crea, hay zonas que son verdes durante todo el año, con la característica de que las estaciones del año están marcadas por la abundancia de lluvias. Cuando llueve mucho el país está en invierno, y las casas de los pobres en las montañas ruedan montaña abajo, y las de los pobres en las tierras planas se inundan. Cuando llueve menos, el país está en verano, y sediento, y los niños juegan en las calles y veredas, y le dan patadas a un balón como única esperanza para llegar a ser alguien, y poder emigrar al extranjero y ganar en dólares. Ahora que el resto del mundo está preocupado con el agua, y que los expertos están prediciendo que la guerra del futuro será por el agua, luchando para controlar el líquido de la vida, debe considerar que Colombia es una potencia en fuentes de agua. Claro, las estamos acabando, pero todavía tenemos bastante, por eso no nos preocupa su desperdicio. Sí, ahora no más, como dicen los mexicanos, una botella de agua de 500 cc cuesta más que una botella de gasolina, piense en lo que pasará en el futuro. Bueno, no sigo elogiando esta tierra, porque usted terminaría preguntándome que, ¿sí es tan buena, por qué la quieren vender? Sí, definitivamente se la vendemos. Se la damos por lo que usted quiera, “de todos modos la llevamos perdida sin remedio” ¿Qué sí es buen negocio para nosotros? Claro. La vendemos, y como usted no se la puede llevar, igual nos la quedamos, y con el ingreso de su venta también. Usted nos tomaría como “vivientes”, una especie de mayordomos de segunda clase, y no nos podría echar. ¿Qué hay gato encerrado? Bueno, como en el cuento de San Pedro y la creación de Colombia, los colombianos somos el problema. Somos buena gente, pero difíciles. Recuerde, alguna vez los antioqueños del siglo XIX, cansados de las guerras civiles, quisieron que Antioquia perteneciera a los EEUU, y se lo propusieron al departamento de estado, ahora queremos un TLC, como sí fuera la salvación a nuestras incapacidades, pero de todas maneras, todos corren a vender, desde aerolíneas hasta los transportes de seguridad, no vaya a ser y lo perdamos todo". Guillermo Maya Muñoz.

NACIONALISMO VS GLOBALIZACIÓN

"La nueva realidad de una nación en la cual se han multiplicado los inversionistas extranjeros no ha sido asimilada del todo por los colombianos. Tanto en la calle como en los programas de radio no faltan expresiones como la de "ya nada es nuestro". Y aunque es cierto que cerca de 60 empresas de primera línea han estrenado dueño foráneo en los últimos años, también lo es que esa es una tendencia mundial que forma parte de un mundo globalizado. Transacciones importantes como las que ocurren en el país, también tienen lugar en Perú o México, aunque en Venezuela o Bolivia soplen hoy en día vientos muy diferentes. Como ocurre en estos casos, las nuevas circunstancias tienen elementos buenos y malos. Por una parte, es evidente que el tamaño de los cheques que han sido girados por la compra de ciertas compañías ha enriquecido a sus accionistas mucho más de lo que estos pensaban, lo cual le ha ayudado a la demanda interna. Además, la llegada de multinacionales con rígidos códigos de conducta y bolsillos profundos tiende a elevar los estándares éticos, técnicos y administrativos en algunos casos, beneficiando al consumidor con productos de mejor calidad. "También es muy positivo porque cambia el balance político, pues los inversionistas extranjeros son más respetuosos del Gobierno y el debido proceso que los colombianos, lloran menos y tratan de no intervenir abiertamente en las elecciones", señala el ex ministro Rudolf Hommes. La otra cara de la moneda es que la mayor internacionalización del país aumenta su dependencia y su vulnerabilidad. Un ejemplo típico fue el de la semana pasada cuando la bolsa colombiana sufrió un traspié importante por cuenta de la descolgada de las acciones en China que contagió a todos los mercados de valores del planeta. Hay también quienes expresan preocupaciones porque el dinero recibido por los vendedores no permanezca en Colombia o se dedique a financiar consumos suntuarios y no nuevas inversiones. "Inconvenientes económicos no le veo, excepto si los vendedores se llevan toda la plata, con lo que el país perdería recursos", agrega Hommes. "Pero en cierta medida indica que hasta ahí llegaron los empresarios que venden y que no van a ser muchas las multinacionales colombianas que florezcan", concluye. Tampoco es posible olvidar que quien coloca un dinero, aspira a recuperarlo. Según el Banco de la República los dividendos repatriados por los inversionistas extranjeros pasaron de 655 millones de dólares en 2000 a 2.433 millones en 2004 y a 3.565 millones en 2005, una suma superior a las remesas enviadas al país por los emigrantes colombianos ese mismo año. El gran desafío, sin embargo, es lograr que la compra de empresas colombianas por parte de extranjeros vaya mucho más allá de un simple cambio de accionistas con diferente pasaporte. "De lo que se trata es de que quienes lleguen utilicen las compañías que adquieren como una plataforma para crecer y ampliar su capacidad, generando así empleo y riqueza", sostiene Mauricio Botero de Corredores Asociados. "La inversión extranjera es como los clientes de los restaurantes a quienes no les gustan los sitios vacíos, sino los que tienen gente. Por eso hay que confiar en que vengan nuevas empresas a establecer operaciones aquí, ojalá comenzando de cero", señala María Elvira Pombo, presidente de Proexport. Esa, en último término, es la mayor utilidad que puede dejar el creciente apetito por los activos colombianos entre los inversionistas de afuera. Como ocurre en estos casos, todavía es demasiado temprano para hacer un balance de sumas y restas, pero lo que queda en claro por ahora es que la composición de la propiedad en Colombia está experimentando un profundo cambio que da origen a nuevas oportunidades. En la medida en que los índices de seguridad mejoren más y la economía y el entorno político garanticen cierta estabilidad, las posibilidades de que esas inversiones le ayuden al país a crecer más rápido son muy grandes. Pero como lo demuestran casos como el de Venezuela, o el de la misma Colombia a finales de la década pasada, un cambio abrupto o una crisis profunda pueden ocasionar que una nación pase de niña bonita del vecindario, a mujer ignorada o, incluso peor, despreciada. Por eso aunque el país parezca estar en venta, lo cierto es que su éxito futuro sigue dependiendo, como siempre, única y exclusivamente de los colombianos.

Acá somos capaces de mucho más que vender y esperar que nos traigan "empleo y bienestar" para nuestra población, el cuento más maquiavélico (en el buen sentido del adjetivo) y viejo del mundo: convencer de los beneficios que van a traer mientras sacan del país sumas exorbitantes (equivalente mayor al de las remesas de los colombianos en exterior) de las empresas "más endeudadas y con mayor necesidad de socios estratégicos". Dejemos de decirnos mentiras y convenzámonos de nuestras capacidades y debilidades, para enfrentar una globalización con los pantalones puestos y la conciencia colectiva encendida.

Los colombianos fuimos tomados por las multinacionales,transnacionales o como se llamen esas empresas no vienen a invertir solo vienen a saquear el pais,reelijamos a uribe otr periodo mas y vera que vamos a quedar que el agujero negro,sin nada porque con 6 años de gobierno de este señor y ya se ha vendido el 60 por ciento de las empresas colombianas en el tiempo que le quda va el otro 40 por ciento y Colombia pasaria a llamarse "Colombia S.A." El cuento del presidente cuando vende algun activo de la nación es que ellos si vienen a invertir. ¿A invertir señor presidente? ¿Por qué no le vende una empresa quebrada a ver si realmente invierten?

Reelijamos a Gaviria para que termine de vender el pais, cada vez mas pobres y esclavos con salarios que son una miseria y las empresas en especial las del sector financiero cada vez mas ricas. Los colombianos y me incluyo somos unos idiotas útiles, creemos en falsos profetas y con nuestro voto los subimos para que nos jodan cada vez mas". Información.

MARÍA CLARA OSPINA HERNÁNDEZ
OLIGARCA COLOMBIANA CRITICA A SUN ANTEPASADOS

La oligarca colombiana María Clara Ospina Hernández (hija de "Doña Bertha" como ella misma se refiere a su difunta madre) también ha arremetido, cómo no, contra la Madre Patria por la cuestión de la expoliación y el genocidio cometidos en América por sus antepasados (los míos jamás pisaron aquellas tierras y por lo tanto no nací en Colombia como ella). Qué drama más grande el de ciertos oligarcas colombianos repudiar a la "madre patria" pero sin renunciar a la bandera española (delante de la colombiana) y junto a la norteamericana como hace ella en su genealogía publicada en internet. Qué drama más grande, Clarita. ¿Sólo España exige visado a los colombianos? ¿Por qué será que no podéis viajar casi a ninguna parte sin visado? Besitos, Maria Clara, hija de ex presidente colombiano. Artículo de Clarita.

Nota.- Por fortuna Clarita ya no es cónsul de Colombia en ninguna parte. ¿Se imagina alguien a Clarita en un consulado de la "madre patria" y con un ejército de colombianos a la espera de inmigran clandestinamente? ¡Uf!


COLOMBIA REIVINDICA A ESPAÑA EN SAN ANDRÉS

CANCELACIÓN DE LA DEUDA PÚBLICA

GRACIAS A LAS INVERSIONES EXTRANJERAS

EVASIÓN DE CAPITALES DESDE BARAJAS

NACIONALISMO LATINOAMERICANO

DAMNIFICADOS POR LA CRISIS ECONÓMICA

EUROPA Y LOS INDOCUMENTADOS

SOBERANIA CANARIA UN DERECHO

CONTROL INTERNACIONAL DE FRONTERAS


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RAFAEL SÁNCHEZ ARMAS

AGENCIA BK DETECTIVES ASOCIADOS

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