JUANA SÁNCHEZ ARMAS - TORTURA Y ASESINATO

"He celebrado hace dos años, con ocasión de la entrega del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, mi llegada a una España que no acepta las aventuras bélicas y que rompe clausuras sociales que hieren la intimidad de las personas. Hoy celebro nuevamente a una España empeñada en rescatar su memoria histórica, único camino para construir una conciencia cívica sólida que abra las puertas al futuro. Ya no vivimos en la Grecia del siglo V antes de Cristo en que los ciudadanos eran obligados a olvidar por decreto. Esa clase de olvido es imposible. Bien lo sabemos en nuestro Cono Sur. Para San Agustín, la memoria es un santuario vasto, sin límite, en el que se llama a los recuerdos que a uno se le antojan. Pero hay recuerdos que no necesitan ser llamados y siempre están ahí y muestran su rostro sin descanso. Es el rostro de los seres amados que las dictaduras militares desaparecieron. Pesan en el interior de cada familiar, de cada amigo, de cada compañero de trabajo, alimentan preguntas incesantes: ¿Cómo murieron? ¿Quiénes lo mataron? ¿Por qué? ¿Dónde están sus restos para recuperarlos y darles un lugar de homenaje y de memoria? ¿Dónde está la verdad, su verdad? La nuestra es la verdad del sufrimiento. La de los asesinos, la cobardía del silencio. Así prolongan la impunidad de sus crímenes y la convierten en impunidad dos veces. Hay quienes vilipendian este esfuerzo de memoria. Dicen que no hay que remover el pasado, que no hay que tener ojos en la nuca, que hay que mirar hacia adelante y no encarnizarse en reabrir viejas heridas. Están perfectamente equivocados. Las heridas aún no están cerradas. Laten en el subsuelo de la sociedad como un cáncer sin sosiego. Su único tratamiento es la verdad. Y luego, la justicia. Sólo así es posible el olvido verdadero. La memoria es memoria si es presente y así como Don Quijote limpiaba sus armas, hay que limpiar el pasado para que entre en su pasado. Y sospecho que no pocos de quienes preconizan la destitución del pasado en general, en realidad quieren la destitución de su pasado en particular". Juan Gelma Burichson.

La tortura es un delito de lesa humanidad, pero cuando este crimen se comete con ancianos la vejación se transforma en un acto doblemente abominable y cobarde. En Cataluña se tortura impunemente en no pocasresidencias geriátricas. En el resto de España, según un reportaje del periódico La Estrella Digital los malos tratos en muchas residencias geriátricas constituyen una práctica escandalosa.

La publicidad es el castigo más eficaz contra los criminales por acción o por omisión

Denunciar, perseguir y erradicar las agresiones físicas; los malos tratos de palabra; el tratamiento con drogas; la desnutrición y la dejadez en la higiene de los ancianos internados en los asilos catalanes debe ser una obligación para la sociedad y para las Administraciones Públicas.

Initium sapientiae timor domini
Fugit irreparabile tempus. In inferno nulla est redemptio

Jordi Pujol Soley, eres un incomprendido en la Organización de Usuarios de la Justicia. No valoran debidamente tu entrega en la noble tarea de la defensa de los Derechos Humanos, la justicia, la libertad. Te acusan injustamente de rencoroso, de haberte vengado en mi persona, una anciana de 84 años, por las reiteradas denuncias hechas contra ti, tu gobierno, tu partido. Pero yo te deseo mucha suerte en las próximas elecciones, y en las siguientes, y en las del siglo venidero. Sigue durmiendo tranquilo, hijo, no tengas remordimientos injustificados. Te acusan de no haber evitado mi tortura y muerte, pero no debes hacer caso. Tu Dios es mi Dios, y ambos estaremos sentados a su diestra cuando seas reclamado por estos pagos. Será dentro de muchos años, Jordi, porque aún tienes mucho trabajo en la tierra, en tu tierra. La nación catalana no debe prescindir de tu patriotismo y humanidad. Ni Catalunya ni Kosovo. Nadie ha de prescindir de ti. ¡¡Qué satisfacción, hijo mío, saber de tu desinteresada cooperación humanitaria con la pobre gente de Kosovo!! Cuánta dedicación a los viejecitos albanokosovares que llegaron a Barcelona. Reconocimiento médico, buena comida, palabras amables. Jordi, te tienen entre cejas y cejas, no desaprovecharán la ocasión para obligarte a rendir cuentas, pero sólo yo he sido la culpable. ¿Qué se puede esperar de una vieja tozuda? No supe valorar el trato dispensado en la residencia Berllor y protesté. Mea culpa, nunca debí hacerlo. Me pegaron salvajemente y luego me redujeron con Largactil hasta dejarme medio atontada. Mi hijo descubrió los hematomas. "Se ha caído", dijeron. Ni un rasguño en la cabeza. Sólo el brazo amoratado. Mea culpa, Jordi. No pude identificar a la persona agresora por el efecto de la droga. De repente, balbuceaba, no me sostenía de pie, no recordaba nada. Mi hijo me trasladó a un centro hospitalario. Radiografía y vuelta a la residencia geriátrica. Más dosis de Largactil, una droga recomendada sólo para los enfermos mentales. En dos semanas de tratamiento se puede desencadenar la demencia senil. Pero no tardé tanto en sufrir otra grave consecuencia: un glaucoma en el ojo derecho. Mi hijo me trasladó de nuevo al servicio de urgencias. Yo iba inconsciente, sin capacidad para quejarme cuando la doctora de guardia me apretó el ojo entumecido. El dolor es un síntoma del glaucoma, pero yo no pude quejarme, Jordi. De nuevo a la residencia Berllor y más droga. La doctora de la residencia contaba con un vademecum, pero siguió recetándome Largactil. Ocho días más tarde me intervinieron urgentemente por grave afectación del nervio óptico. Me quedé medio ciega. Mi hijo amenazó con tomar medidas. Pero en la residencia estaba todo atado y bien atado. Yo estaba loca y debía ser atendida por el Servicio Municipal de Enfermedades Mentales de Badalona. Buscaban la coartada para evitar la responsabilidad de haberme suministrado una droga sin diagnóstico previo. Análisis de sangre, TAC, entrevistas. No estaba loca, Jordi. Mi hijo estuvo a punto de pegarle al director cuando un día me vio amarrada a una silla. Me condujo al Juzgado de Guardia, pero el juez no estaba. Intervino el médico forense sin saberlo mi hijo. Me obligó a contestarle un montón de preguntas sin haberlo ordenado el juez. También me obligó a emborronar unos folios con dibujos. Una tortura porque lo hice sin gafas, las había dejado en la residencia. El médico falseó un documento y el juez lo ratificó más tarde. Mi hijo perdió la confianza en la justicia y empapeló Badalona con octavillas informativas. Un escándalo. Denunció los hechos ante tu Departamento de Bienestar Social y pidió a Cáritas el cambio de residencia. Durante una semana no vi a mi hijo (no podía ir por la residencia después de las amenazas). No lo recuerdo, Jordi. No sé qué pasó, pero salí cojeando hacia mi nuevo destino, un bello almacén de viejos situado en Palafolls. Me mandaron bien lejos para evitar la visita diaria de mi hijo. Ya no iba a poder controlar nada, salvo dos visitas semanales. Estuve quejándome de la pierna durante quince días. Ni caso, Jordi. La directora pretextaba una sucesión de causas: artrosis, falta de riego sanguíneo, Alzheimer. Mi hijo pidió una ambulancia para trasladarme al hospital de Calella. "¿Va usted a saber más que nuestro médico?", le increpó la directora. "Una ambulancia o llamo a la Guardia Civil", contestó para mi desgracia. Mi hijo es así, Jordi, bastante impulsivo, nada conciliador. No me dejaron salir del hospital de Calella: tenía el fémur roto. Mi hijo, tu amigo, denunció los hechos en el Juzgado de Guardia de Badalona. ¡¡Qué desgracia, Jordi!! La directora de la residencia de Palafolls ya no me quiso en su hospitalario y ajardinado almacén de viejos. Lo sabía, Jordi, todo por culpa de mi hijo, una persona muy contestataria. Durante un mes estuve mirando el techo de la habitación del hospital. Ninguna residencia quería asumir el riesgo de terminar en los juzgados o siendo famosa entre los parroquianos. En esa época, Jordi, tú ya conocías mi situación. Pudiste haber puesto un poco de tu parte, un asilo dependiente del Departamento de Bienestar Social, más cerca de la vivienda de mi hijo, pero no quisiste. Te comprendo, no te culpabilizo. La OUJ, y más concretamente mi hijo, han sido muy duros contigo: subvenciones fraudulentas a ONG serviles, intento de quitarle la alcaldía a Maragall con juego sucio, Mafia Inmobiliaria Costa Dorada, Terrassa Connection, violación de la correspondencia de la OUJ, manipulación de sus disquetes. ¿Qué te había hecho yo, Jordi? Pero no te guardo rencor. Ten paciencia con mi hijo. La injusticia del grande sobre la hormiga lo ha convertido en una persona de mal trato. Tuvo la osadía de hurgar en tus asuntos, meter el hocico en tu zona de influencia, y ya ves, del hospital de Calella me trasladaron a la tercera residencia, situada en Blanes, tan lejos como la segunda. Jordi, te lo juro por los angelitos que ahora mismo revolotean junto a mi, en ese nuevo asilo de ancianos tenían carta blanca, si no, nunca se hubieran atrevido a dejarme inválida por negligencia. Entré convaleciente, necesitaba hacer los ejercicios de rehabilitación, pero me dejaban sentada todo el día. Había transcurrido poco más de medio año desde mi reclusión en la residencia Berllor y ya comenzaba a ser un estorbo para el mundo. A principios de 1997 andaba de la ceca a La Meca por las calles de Barcelona, pero ahora me obligaban a recorrer a toda prisa el último trecho de la pendiente. Tú continuabas recibiendo comunicaciones de mi hijo. Dejaron de darme de comer sólido porque yo masticaba muy despacio. Las empleadas de la residencia no estaban para perder el tiempo con viejos mientras sus rollizos hijitos estaban en brazos de sus abuelas. Jeringas de compota y pastillas para dormir. No me daban agua porque fueran malas personas, sino por exceso de trabajo. El agua da ganas de mear y los pañales sólo se cambiaban por la noche. Desnutrición y deshidratación. Una neumonía me mandó al hospital de Blanes. Mi otrora salud de hierro y la sonda de suero fisiológico me rescataron momentáneamente del más allá, aunque ya parecía una superviviente de los campos de exterminios de la II Guerra Mundial. Mi vuelta a la residencia sorprendió. No me esperaban. Desde entonces no volví a ver a nadie. Día y noche me dejaban sola en un dormitorio apartado. Cada vez más pastillas y menos compota de puré. Mi hijo me sorprendió en coma. Me trasladó al hospital de Calella. El médico de guardia lo hizo llamar. Le preguntó qué clase de vida llevaba yo, mientras me destapaba para mostrar un hueso de la cadera en carne viva, tan negro como un una barra de carbón, gangrenado. "Está internada en la residencia Blanes. La he traído para que la examinen y después ir al Juzgado de Guardia", le respondió mi hijo. El médico cambió de tono, se hizo sumiso, conciliador, porque "en el juzgado no le harán caso; todo el mundo sabe cómo se tratan a los ancianos en las residencias". Jordi, si yo hubiera vivido con mi hijo, créetelo, ese día hubiera intervenido la Guardia Civil, requerida por el propio hospital. ¡¡Pero!! Incluso el médico se negó a entregarle a mi hijo el parte facultativo. ¡¡Había topado con la Mafia Geriátrica!! Hoy por ti y mañana por mí, porque aquel médico debía ser solidario con el médico negligente de la residencia. Me devolvieron a la residencia. Denuncia en el Juzgado de Guardia de Blanes y reparto de miles de fotocopias en la bella población veraniega. ¿Por qué el juzgado no envió la Comisión Judicial para comprobar mi estado? ¿Por qué no se me hizo la autopsia cuando fallecí quince días más tarde? Te critican fuera de Cataluña. Arzallus representa un león y tu la hiena carroñera. Pero no estás solo en la injusticia. Rodeada de angelitos celestiales espero pacientemente alguna noticia relevante. Dios te ampare, Jordi, y a todos feliz 13 de junio (1). En esa fecha de resonancia tan democrática faltarán menos de seis días para cumplirse el primer aniversario de mi desaparición de la tierra. No daba en la báscula ni 30 kilos de peso. ¿Muerte por enfermedad? No existe ningún expediente médico, Jordi, porque ninguna enfermedad me aquejaba, excepto desnutrición y malos tratos. Tú y los "constitucionalistas" encubridores estáis cogidos y bien cogidos. No te guardo rencor porque mi vecino es el Todopoderoso. Vivo rodeada de la felicidad eterna, sin tiempo para minucias terrenales. Pero tú, Jordi, tienes por observador al mismísimo Diablo. Vete con mucho cuidado porque no podrás eliminarlo. ¿Serás siempre tan poderoso? ¿Te adularán tanto como hasta ahora? La vida, Jordi, da vueltas y vueltas, y más vueltas aún. El demonio es paciente. Haz algo para salvar tu alma.

(1) 13 de junio de 1999 (fecha de los comicios europeos y municipales).

CRONOLOGÍA DE LA TORTURA

15.2.97 Hospital L'Esperit Sant (Badalona). Diagnóstico: Hematoma 1/3 húmero derecho.

17.2.97 Hospital L'Esperit Sant (Badalona). Diagnóstico: Ojo enrojecido.

25.2.97 Hospital del Vall d'Hebrón (Barcelona). Diagnóstico: Glaucoma. Hubo de ser operada urgentemente dada la gravedad del nervio óptico.

Entre finales de febrero y mediados de mayo, la víctima de la tortura química (drogas) en la residencia Berllor fue sometida a una serie de pruebas neurológicas tanto en el Centro de Salut Mental de Badalona (bajo la dirección del Dr. Palomo) como en el hospital frenopático de Santa Coloma de Gramanet (bajo la dirección de la Dra. Consuelo Almenar Confort). Ambas instituciones le prohibieron tajantemente a la residencia geriátrica Berllor que continuara administrándole drogas a la víctima de la tortura química. Ninguna de las dos instituciones consideraron en ningún momento la pretendida locura de ella.

3.6.97 Clínica Quirón de Barcelona. Diagnóstico: "Moderada artrofia cerebral córtico-subcortical. No se observan anomalías significativas en la morfología y densidad del parénquima cerebral ni cereboloso" (según el resultado del escáner número 260112). Definitivamente, la residencia Berllor se quedó sin su pretendido argumento porque la víctima de la tortura química ni estaba loca ni aquejada de Alzheimer.

11.6.97 Hospital L'Esperit Sant (Badalona). Diagnóstico: Herida en la cara por agresión. Este hecho provocó la denuncia en el Juzgado de Guardia de Badalona, cuyo titular no intervino en las diligencias, y de ahí la intervención nula de pleno derecho del médico forense, un viejo "conocido" de la Organización de Usuarios de la Justicia.

5.8.97 Hospital Sant Jaume de Calella. Diagnóstico: Fractura de fémur e intervención quirúrgica urgente. Permaneció un mes en el hospital porque ninguna residencia geriátrica quería admitirla. Intervino solapadamente la Generalitat de Catalunya y la ingresaron por fin en la residencia geriátrica de Blanes, donde recibieron copia del expediente médico e instrucciones para continuar con los ejercicios de rehabilitación de la pierna.

26.1.98 Hospital Comarcal de la Selva. Diagnóstico: Inmovilidad irreversible de la pierna operada por falta de los ejercicios de rehabilitación.

3.6.98 Hospital Comarcal de la Selva. Diagnóstico: Desnutrición, hueso gangrenado, muerte inminente. ¿Qué pasó con la denuncia? ¿Se personó en la residencia la Comisión Judicial solicitada por el hijo de la anciana? ¿El juzgado reclamó el informe del hospital?

Desde 1992 hasta 1998, la Organización de Usuarios de la Justicia ocupó en régimen de arrendamiento un despacho en dependencias del Gobierno Autónomo Catalán. Tras la campaña publicitaria contra los malos tratos infligidos a los ancianos en residencias geriátricas catalanas (dependientes administrativamente del Gobierno Autónomo Catalán), el gobierno del Padrino Jordi Pujol Soley dio por finalizado el contrato:

"... no consideramos conveniente la prórroga del contrato y por lo tanto se da por finalizada la cesión del despacho 9.13 en el Hotel d'Entitats La Pau".

Desde ese momento, las víctimas de la Administración de Justicia en Catalunya dejaron de tener la asistencia gratuita y sin condiciones de la Organización de Usuarios de la Justicia. De hecho, la organización desapareció por falta de medios, pero la Mafia Pasiva catalana ha seguido presentándose a las sucesivas elecciones para defender los derechos de los ciudadanos.

FALSEDAD EN DOCUMENTO
EN EL JUZGADO NÚMERO 1 DE BADALONA

Denuncia por los malos tratos sufridos por la cofundadora de la Organización de Usuarios de la Justicia. Dos resoluciones judiciales iguales. Una es fotocopia de la otra. La copia en poder del denunciante no está firmada por el juez; el original incorporado a los autos sí. Ningún misterio divino. El juez Fernando Goizueta Ruíz no estuvo presente en las diligencias practicadas irregularmente por el médico forense César Alías Tudurí, y entre ambos ha habido falsedad en documento, prevaricación, abuso de poder. Se ha cumplido el DÉCIMO aniversario de la denuncia contra ambos. La Fiscalía General del Estado continúa sin responder.

SÍGNOS DE LOS MALOS TRATOS

Heridas, contusiones, fracturas, luxaciones, esguinces, quemaduras, arañazos, confusión, depresión, ansiedad, nerviosismo, desorientación, malnutrición, deshidratación, suciedad, desaliño, intoxicación farmacológica, contracturas articulares, úlceras. Para mayor información, ver malos tratos

CARTA DE ANTONIO GALA VELASCO (1)

De cuando en cuando, alguien descubre el horror de tantas "residencias" de ancianos. No es posible entender cómo faltan inspecciones serias, frecuentes, bien preparadas para garantizar que nuestros ancianos estén bien atendidos. Porque lo merecen y porque lo pagan. Hacer negocios maltratando, escamoteando, regateando vida, salud, cuidados a los viejos me parece una de las grandes lacras significativas de nuestro tiempo. Que la mano más dura caiga y golpee a quienes explotan ese silencio de los corderos, ese temor de los que estorban. Los pobres, los triplemente pobres.

(1) Dramaturgo y novelista, en el diario "El Mundo".

¿JUSTICIA CON PISTOLAS

"No podemos aspirar a la paz y a la seguridad en un mar de injusticias universales" (José Luis Rodríguez Zapatero).

O JUSTICIA SIN PISTOLAS?

En este 23 de abril de 1994, festividad de Sant Jordi, quiero expresar unas palabras de aliento en favor de aquellas asociaciones que, como la Organización de Usuarios de la Justicia (OUJ), contribuye de forma decisiva a vertebrar y dinamizar una sociedad tan compleja como la nuestra. Hoy conmemoramos también esa fecha en la que, con el aniversario de Cervantes, celebramos la inclusión del libro en nuestra realidad social. El libro, la palabra escrita, se erige en monumento esencial de respeto y civilización. El respeto mutuo, el diálogo y la renuncia a la violencia constituyen ejes fundamentales de toda sociedad civilizada. Estos planes esenciales de funcionamiento colectivo tienen en los libros y en la Administración de Justicia dos vías relevantes de transmisión. Una sociedad leída, ilustrada y culta es más proclive a la crítica constructiva y a la denuncia responsable de toda injusticia social y económica que una sociedad iletrada y analfabeta. La Administración de Justicia se convierte de esta manera en un punto de referencia inevitable para toda persona que confía en una solución civilizada y pacífica de las diferencias que puede dirimir con otra persona o colectivo social. En suma, la Justicia, como diría Loewenstein, se concibe como piedra angular de todo Estado democrático, como instancia que garantiza y protege los derechos fundamentales de la persona, cuya conquista histórica es necesario recordar y preservar. Una conquista en la que muchos narradores, pensadores, intelectuales, poetas, filósofos, historiadores y sociólogos recurrieron a la letra impresa para dejar constancia de unas aspiraciones, hoy día elementales en toda democracia, pero cuya plasmación real en textos con valor jurídico y político ha exigido la sucesión de muchas generaciones. Mantener tales derechos, velar por su integridad a través de una justicia democrática y consolidad así la sociedad civilizada que prefiere el libro a la pistola, representan objetivos loables. En esta línea se incardina el trabajo de la OUJ. A ellos les dedico, afectuosamente, esta reflexión, con mis mejores deseos para el porvenir común.

Firmado: Jerónimo Saavedra Acevedo, ministro para las Administraciones Públicas.

CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

Artículo 10.- La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social. Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España.

Artículo 15.- Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra.

Artículo 53.- Los derechos y libertades reconocidos en el Capítulo segundo del presente Título vinculan a todos los poderes públicos. Sólo por ley, que en todo caso deberá respetar su contenido esencial, podrá regularse el ejercicio de tales derechos y libertades, que se tutelarán de acuerdo con lo previsto en el artículo 161, 1, a). Cualquier ciudadano podrá recabar la tutela de las libertades y derechos reconocidos en el artículo 14 y la Sección primera del Capítulo segundo ante los Tribunales ordinarios por un procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad y, en su caso, a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Este último recurso será aplicable a la objeción de conciencia reconocida en el artículo 30. El reconocimiento, el respeto y la protección de los principios reconocidos en el Capítulo tercero informarán la legislación positiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes públicos. Sólo podrán ser alegados ante la Jurisdicción ordinaria de acuerdo con lo que dispongan las leyes que los desarrollen.

Artículo 124.- El Ministerio Fiscal, sin perjuicio de las funciones encomendadas a otros órganos, tiene por misión promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, así como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante éstos la satisfacción del interés social.

¿CONSTITUCIÓN? ¿QUÉ CONSTITUCIÓN?
"JUSTICIA DIRECTA"

Varios años ya del asesinato de la cofundadora de la Organización de Usuarios de la Justicia, y el Estado de Derecho, la Constitución Española, en almoneda. ¿Por qué no se han investigado todavía aquellas torturas con resultado de muerte? No es el momento aún, pero algún día el hijo de la víctima revelará cuáles fueron sus planes en mayo de 1998, un mes antes del fallecimiento de la madre (fallecimiento cronológico porque ya estaba muerta en vida, destrozada por las sistemáticas torturas). No tuvo apoyo táctico por culpa de la coyuntura política, y por lo tanto no se produjo la noticia bomba. Pero la justicia siempre llega, de cualquier forma y en cualquier momento. Un paso para atrás y dos para delante. Sin paciencia no hay caza.

FICHEROS POLICIALES BAJO SOSPECHA

El 3 de junio de 1998, cuando el médico del Hospital Comarcal de la Selva (según aparece más arriba en la cronología de la tortura de Juana Sánchez Armas) no sólo me negó el parte médico (objeto de haberla trasladado -contra el parecer de la directora de la "residencia" geriátrica Residencial Blances- a dicho hospital), sino que ni siquiera me dejó trasladarla de nuevo a la "residencia" geriátrica (ni te olvido ni te perdono, doctorcito), a la mañana siguiente presenté una denuncia en el Juzgado de Guardia de Blanes exigiendo la presencia de una Comisión Judicial en dicha residencia para examinarla. No hubo Comisión Judicial ni tampoco autopsia cuando falleció pocos días más tarde. En unión de varios afiliados de la Organización de Usuarios de la Justicia sembré de octavillas (copia de la denuncia) el bonito y amable pueblo turístico de Blanes. En vano la directora de Residencial Blanes trató de impedirlo a través de los Mossos d'Esquadra (polícía autonómica catalana). Sin embargo, varios meses después, interpuso una querella contra mí por "injurias y calumnias". Jamás la autoridad competente (o incompetente) me notificó la querella. Casi tres años después fui detenido en Granollers, en la calle, como un vulgar delincuente. 24 horas en un calabozo de la Policía Nacional (con sendos bocadillos envueltos en papel de periódicos y una litera de piedra) hasta ser puesto a disposición de la autoridad competente, que, por exhorto, me notificó por fin la querella. Me presenté en Blanes y una semana más tarde quedó archivada. ¿Por qué entonces, cinco años después, sigue apareciendo la "busca y captura" impune en los ficheros policiales a modo de referencia? ¿Referencia de qué, amiguitos?... Sin embargo qué honor no aparecer en semejantes ficheritos (contraviniendo la legislación vigente) por ser testaferro de las mafias del este ni por haber sido mercenario del GAL ni por ser beneficiario de ningún "guateque" urbanístico ni por ningún chivatazo a ETA... ¿Aparecerá en el ficherito aquel comandante del puesto de la Guardia Civil en Blanes? Tras poner la denuncia en el Juzgado de Guardia y repartir las octavillas me dirigí a la casa cuartel "Todo por la Patria" para ser acompañado a la residencia geriátrica por una patrulla (y evitar cualquier denuncia contra mí por altercado o amenaza) y ver a mi madre. El benemérito en cuestión se lavó las manos como Poncio Pilato, porque "el asunto ya está en manos de los tribunales" y no vi a mi madre... ¿Todo por la patria y nada por mi madre? Oh, patria expañola. ¿Ves como no puedo amarte? ¿Qué hijo te puede perdonar no haberse despedido de su madre? Pero ella tendrá justicia. Será cuando en Canarias arriemos la bandera rojigualda. Tan pronto se den las condiciones seré el primero en saltar de la trinchera con la espada desenvainada.