UNA MINISTRA ANDALUZA Y UNA DIPUTADA CANARIA


En la tierra de Séneca, Maimónides, Averroes, Alfonso X el Sabio, Menéndez Pidal, Ortega y Gasset, Juan Sebastián Elcano, José Celestino Mutis, Miguel Servet, Santiago Ramón y Cajal, Juan de la Cierva, Monturiol, Peral, Severo Ochoa, Josep Trueta, Blas Cabrera, Antonio de Nebrija, Bartolomé de las Casas, Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Góngora, Tirso de Molina, Quevedo, Bécquer, Espronceda, Benavente, Pérez Galdós, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez, Machado, Miguel Hernández, Murillo, Velázquez, Ribera, Gaudí, Picasso, Dalí, Rusiñol, Albéniz, Falla, Turina, Pau Casals, Andrés Segovia, Plácido Domingo, Montserrat Caballé, Alfredo Kraus... En la tierra de tanta gente ilustre, una socialistilla (jamás nadie ha medrado tanto con tan poco esfuerzo) es miembra de "igualdad" (lo blanco pamí y lo negro patí) del gobierno de Rodríguez Zapatero (otro socialisto colgado de los presupuestos generales del Estado desde hace años) y una alcaldesa canaria está sentada en el Congreso de los Diputados de la mano de Paquita la del Barrio. Preguntada la diputadita Ana María Oramas González-Moro acerca de sus inclinaciones musicales, respondió: "Mi cantante favorita es Paquita la del Barrio". Qué futuro más bueno tiene Canarias (y particularmente Tenerife) en el mundo del arte de la mano de Anita Oramas. El arte y la gramática. Vean la gran aportación por fuera de la diputada de ATI (burguesía chicharrera) a la sintaxis.


¿QUIÉN LLEVA LOS CALZONES DE COALICIÓN CANARIA
EN LAS CORTES GENERALES?


¿El senador palmero José Luis Perestelo Rodríguez o la seductora Anita Oramas González-Moro? Ay, Pepeluis, Pepeluis. Dame la manita, Pepeluis. El siguiente artículo ha sido publicado en Santa Cruz de Tenerife por quien todo sabemos sin necesidad de mencionar su nombre:


Sólo podemos calificar de escándalo la servil entrega de los dos votos de CC a Rodríguez Zapatero para que salve los Presupuestos Generales del Estado -nefastos para España y para Canarias- de una enmienda a la totalidad. ¿Qué le está pasando a doña Ana Oramas? ¿Por qué les está haciendo eso a los canarios? ¿No es mejor que renuncie al escaño y se venga para acá? ¿Por qué le sigue causando tantos perjuicios a España y a Canarias como colonia española que es? ¿Ahora es cuando empieza a desconfiar del Partido Socialista? ¿No será que está curándose en salud? ¿Cómo no confiesa su socialismo de nuevo corte, y se empeña en seguir haciéndonos creer que es nacionalista? ¿Nacionalista de qué, señora? ¿Nacionalista de qué nación? ¿De una nación que se llama colonia canaria? Lo mismo decimos de su congénere el señor PERESTELO, aunque en este caso no sabemos quien lleva los PANTALONES. Y cambiamos de tema.


Leemos una carta en la que se cuestiona que Canarias pueda mantener su integridad territorial cuando se convierta en nación, ya que su pequeño tamaño la convertiría en presa fácil de las apetencias de otros países, sobre todo Marruecos. A esa objeción decimos que hoy, con los organismos internacionales, ONU, UE, OTAN, UA, ese planteamiento resulta absurdo. Estos organismos internacionales, y otros, intervienen en cualquier lugar del mundo apenas se produce el menor incidente. ¿Cómo se puede negarle la independencia a un país por los posibles ataques de otros que sufriría en el futuro? ¿Qué pasa con Malta? ¿Y con las Islas Seychelles? ¿Y con Madagascar? ¿Y con Cabo Verde? ¿Y con Mónaco, San Marino o Liechtenstein? ¿Y con las Comoras? Resultaría interminable la lista completa de pequeños países que son naciones dignas. En cambio, nos atreveríamos a decir que Canarias es uno de los símbolos más claros de la indignidad mundial mientras siga siendo una colonia española. A qué punto de vergüenza e indignidad han llevado a Canarias los políticos españoles, los europeos y, lo que es peor, los propios isleños como los Ríos, doña Ana Oramas y todos los que han formado parte en el pasado del Parlamento regional. Por culpa de todos ellos Canarias ha perdido su identidad y su dignidad, que es lo último que se puede perder. Y encima critican y le vuelven la cara a quienes hemos tenido la valentía de denunciar tantas ignominias y, más aún, de afirmar que sólo la libertad puede barrer la podredumbre. Con una nación canaria podremos hacer borrón y cuenta nueva. Este Archipiélago será una república sin continuidad con el pasado, pues los políticos que nos han de gobernar saldrán de unas elecciones participativas distintas a las de ahora, en las que muchos canarios no votan porque no soportan la pestilencia que desprenden las listas cerradas. Tendremos una justicia, unas fuerzas armadas y una policía propia y auténtica, en vez de esa tontería de la actual Policía Canaria que sólo servirá para que Ruano les pase revista hocico en alto. Será una república en la cual quien la hace, la paga, y no como ahora, pues actualmente sólo la pagan los infelices que están sufriendo los despilfarros, los abusos y el "versallismo" de instituciones como el Parlamento regional de Canarias: otra indignidad que debería desaparecer cuanto antes.


COALICIÓN CANARIA MÁNDESE A MUDAR


No nos queda más remedio que retomar en el editorial de este domingo, debido a su gravísima importancia, un tema que hemos abordado en nuestros comentarios del viernes y de ayer sábado: el voto de apoyo de Coalición Canaria a los Presupuestos Generales del Estado. Lo primero que nos preguntamos es si también a José Luis Perestelo, diputado en Madrid por la citada formación política, le ha dado por jugar a la política pura. Parece que sí. Nos duele decirlo pero no nos queda más remedio que hacerlo: tanto él como doña Ana Oramas son culpables de lesa traición política a España y a Canarias. Lo que le han hecho a España, permitiendo que un Gobierno con tintes marxistas, leninistas y estalinistas siga haciendo de las suyas con el dinero de los españoles y de los canarios, no tiene perdón de Dios. Lo decíamos ayer y lo repetimos hoy. Ambos han perjudicado a España porque con sus votos le dan un balón de oxígeno al Gobierno de Zapatero, pero han perjudicado muchísimo más a Canarias. Ante todo, porque han abandonado a su gente; han defraudado a todos los que pusieron su confianza en ellos. Si los canarios que optaron por CC hubiesen querido apoyar a Zapatero, hubieran votado por el PSOE el día de las elecciones. En cambio, eligieron a unos representantes nacionalistas. Eligieron a doña Ana Oramas y a don José Luis Perestelo. Los dos nos han salido rana a nosotros y a todos los auténticos patriotas de este Archipiélago, que no son los canarios españolizados y amantes de la españolidad de estas Islas sino los que sueñan con la libertad de su tierra porque no hay nada más hermoso que la libertad. ¿CÓMO es posible que se le esté dando el voto a quien crea paro? Lo hemos dicho muchas veces: Zapatero quiere que media España trabaje para mantener a la otra media. Quiere un país de vagos sumisos que le permita perpetuarse en el poder por tiempo indefinido. ¿Estará en la Moncloa dentro de una década cuando, año tras año, hayamos podido comprobar que el Plan Canarias ha sido una engañifa? Seguramente, no. No nos cabe la menor duda de que CC está dando sus últimas bocanadas. Un partido nacionalista que no defienda la libertad de su tierra, por vías pacíficas y dialogadas con la Metrópoli, pero sin ningún tipo de concesiones, merece desaparecer. Tiene que desaparecer, porque le ocurre lo mismo que a la sal en la conocida parábola del Nuevo Testamento. Si la sal se desvaneciera, ¿con qué será salada? Si el nacionalismo no procura el establecimiento de la nación canaria, ¿quién lo va a hacer? El nacionalismo oficial canario se ha desvanecido. Sólo sirve, por seguir con la cita del Evangelio, para echarlo al camino y que lo pise la gente. No nos queda más remedio que repetir lo que hemos dicho muchas veces: de CC sólo salvamos a dos o tres políticos, entre ellos a Paulino Rivero; un hombre comedido por imposiciones del cargo que ocupa, pero al mismo tiempo una persona convencida de que estas Islas, que son su tierra y la de todos nosotros, forman una nación de momento sin identidad propia por estar sometida a otro país que la coloniza, pero con un enorme potencial humano y de recursos materiales para afrontar un futuro digno en libertad. Sólo salvamos, como decimos, a Paulino Rivero y algún que otro alcalde, igualmente perseguido y amordazado por el temor al régimen que ha impuesto el socialismo de Zapatero; un socialismo bolchevique y "bolchevizante", empeñado en perseguir a los empresarios, a la clase media y, de forma general, a cualquier persona de bien, pues sólo le interesa defender a los vagos para que voten por ellos. Zapatero intenta engañarnos con el Plan Canarias. Ha engatusado a Perestelo y a la señora Oramas para que les den su apoyo. A Perestelo lo ha hipnotizado de tal manera, que ahora va diciendo por ahí que su voto se debe a un "sentido de Estado" combinado con sus reivindicaciones nacionalistas. Explíquenos cómo encaja esto, don José Luis. Se lo preguntamos el viernes y volvemos a hacerlo hoy a la vista de que sigue sin respondernos: ¿de qué Estado habla, don José Luis? ¿Del Estado español que nos coloniza, nos sojuzga y saquea nuestras riquezas? ¿Del Estado canario que sigue pendiente de nacer porque políticos como usted siguen sin ponerse de pie sobre sus escaños para proclamar la independencia de esta vergonzosa colonia? ¿Cuándo nos va a explicar cuál es su sentido de Estado, señor Perestelo? No se olvide de que el pueblo no olvida, y de que el año 2010 está a la vuelta de la esquina. ¿No les da vergüenza de que tengan que ser otros países y organizaciones internacionales las que den el primer paso para descolonizar Canarias? ¿En que lugar quedará usted, la señora Oramas y todos los demás nacionalistas tibios y teóricos que han estado engañando al pueblo? DICE TAMBIÉN, a la hora de explicar su voto y el de la señora que practica la política pura, que los Presupuestos Generales del Estado -el Estado español, no lo olvide- son manifiestamente mejorables, a la vez que pide flexibilidad para ello a todos los grupos parlamentarios durante el trámite de los mismos en el Congreso de los Diputados. No sólo son manifiestamente mejorables, señor Perestelo. Son absolutamente mejorables porque no sirven. Usted y la señora tránsfuga del nacionalismo al socialismo deberían haber votado con los demás grupos que pedían una enmienda a la totalidad. Esa, se lo seguiremos repitiendo hasta que lo comprenda, era la única forma de ayudar a España y a Canarias. Sin embargo, tanto usted como doña Ana Oramas han tirado por la ventana una oportunidad de oro. ¿Con qué cara van a presentarse a partir de ahora ante su gente, cuando vengan a Tenerife y La Palma los fines de semana? ¿No les da vergüenza mirarles a la cara a sus conciudadanos? Por si no lo saben porque en Madrid tienen la mesa bien puesta en restaurantes de lujo, muchos canarios, y también muchos españoles, pasan hambre. Los últimos en manifestar, por ahora, que el Plan Canarias no sirve para Canarias ni para los canarios han sido los empresarios de Tenerife. A buenas horas mangas verdes. En este punto hacemos un paréntesis para subrayar que los sindicatos permanecen en silencio. ¿Saben por qué? Muy fácil: porque les conviene que Zapatero siga gobernando. Les conviene que les siga subvencionando a los liberados y a los gandules que no quieren trabajar, a costa de esquilmar a quienes sí lo hacen. Los empresarios, como decimos, sí han hablado para decir que no se fían del Plan Canarias. ¿Es que no leen nuestro periódico? Llevamos casi cien años diciendo que no podemos fiarnos de los godos, sobre todo de los godos socialistas. Porque el socialismo radical de Zapatero -que también ejercen en Canarias políticos nefastos como Juan Fernando López Aguilar o Santiago Pérez- es el primer responsable de lo mal que va España. Zapatero es el gran culpable, pero los sindicatos ocupan el segundo lugar. Los sindicatos se han convertido en organizaciones egoístas, preocupadas de que nos les falten los subsidios aunque sea a costa, como decimos, de que la mitad de los españoles le paguen la vida a la otra mitad. A todo esto han contribuido los dos diputados de CC con sus votos de apoyo al presidente del Gobierno de España. UNA DECISIÓN que los convierte a los dos, insistimos, en indignos políticamente hablando, y que acelera la desaparición de CC. Nuestra esperanza está en los jóvenes nacionalistas y en los independentistas. Sólo creemos en ellos porque los demás -los Ríos, los Hermosos, los Martines, los Mardones y tantos y tantos bolsilleros políticos- nos han defraudado muchísimo. Serán los jóvenes quienes tomen el relevo decisivo en el camino hacia nuestra independencia. Entonces, establecida una nueva política, con nuevos hombres y mujeres de manos y mente limpias, quedarán en evidencia lo mucho que han estado engañando al pueblo canario los falsos nacionalistas.


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RAFAEL SÁNCHEZ ARMAS

AGENCIA BK DETECTIVES ASOCIADOS