CRÓNICAS DE RAFAEL SÁNCHEZ ARMAS

KIM PHILBY PERFIL DE UN ESPÍA

Gertrude Marguerite Zelle-MacLeod, más conocida como "Mata-Hari", ha sido el agente secreto más novelesco de cuantos han popularizado el cine y la literatura. Pero nadie ha provocado tanta controversia como "Kim" Philby, una leyenda en el misterioso mundo del espionaje. ¿Soldado al servicio del comunismo o traidor a la patria? Reunía todas las condiciones para moverse en la sombra: metódido, tenaz, conspirador, astuto, curioso, sociable, observador... Nació el primer día de 1912, en la región india de Punjab, donde el padre trabajaba como funcionario del Servicio Civil Indio. LLegó a Londres a la edad de siete años e ingresó en Westminster como becario del rey. En 1929 se trasladó a Cambrigde para estudiar historia en el colegio de Trinity, donde ya despuntaban los alumnos Burguess y Blunt. En 1931, Maclean cerraría el cuarteto conocido más tarde como como el "circulo de Cambridge". Siendo miembro de la Sociedad Socialista de la Universidad de Cambridge, conoció a Maurice Dobb, alma mater de la célula del Partido Comunista de Gran Bretaña. La situación en Europa no podía ser más alarmante: hambre, disturbios, xenofobia, represión, atentados, censura de prensa. La inflación modificada cada minuto la paridad de las monedas. Para algunos sólo habia dos alternativas: religión o comunismo. En 1932, Burguess, Blunt (primo de la futura reina Isabel II) y Maclean tomaron partido por la lucha de clases; Kim Philby no. Un año después, y a raíz de un viaje por Hungría, Francia y Alemania, se entrevisto con Maurice Doob, que lo recomendó a la Comisión Mundial de Ayuda a las Víctimas del Fascismo Alemán. Tras una breve estancia en París, la organización lo envió a Viena, donde colaboró con Alice Kohlmann en la huida de muchos judíos perseguidos por la Ley Marcial. El 24 de febrero de 1934, Alice y "Kim" contrajeron matrimonio para evitar el arresto de la joven comunista austriaca de origen judío. Emprendieron viaje a Londres, donde un emisario de Stalin, informado del coraje y fidelidad de Kim en Austria, lo captó para los servicios secretos soviéticos. Su misión consistía en infiltrar el Secret Intelligence Service británico, cuya colaboración con la CIA le iba a permitir conocer los planes económicos, militares y diplomáticos de la primera potencia del mundo. Comenzó a fraguarse una personalidad derechista como redactor de "Rewiew of Rewiews". Su espectacular viraje no sorprendió a Burguess, con quien coincidió en la Asociación Anglo-Alemana, cobijo de antisemitas, magnates de los negocios y aristócratas simpatizantes de Hitler, un valladar contra el comunismo. La Asociación Anglo-Alemana mantenía hilo directo con el Ministerio de Propaganda del III Reich. En 1936, bajo la cobertura de corresponsal de "The Time", partió hacia España para cubrir la guerra desde el bando franquista. Cada semana enviaba puntualmente su cándido artículo. En realidad su misión consistía en recabar información de primera mano. Engañó al mismísimo Franco, que le otorgó la Cruz Roja del Mérito Militar. Mientras Alice había buscado consuelo en brazos de un alemán refugiado en Londres, Kim aprovechó sus dotes para cortejar a Lindsay-Hogg, actriz canadiense enamorada del sol, los toros y la comida mediterránea. La Guardia Civil estuvo en un tris de acabar prematuramente con la trayectoria de Kim como agente secreto. Milagrosamente los agentes no descubrieron la libreta donde tenía anotado el código del Servicio de Inteligencia ruso. En 1939, cautivo y desarmado el Ejército rojo, regresó a Londres y entabló amistad con Aileen Furse, con quien más tarde contrajo matrimonio. Francia, Gran Bretaña y EEUU dominaban el mundo. Alemania y la URSS aspiraban a lo mismo. Estalló la II Guerra Mundial y por fin Kim Philby ingresó en el Servicio Secreto británico como instructor de la Escuela de Adiestramiento de Beaulieu, cuyos alumnos iban destinados a la Sección D, encargada de fomentar la resistencia contra los alemanes mediante actos de sabotaje y subversión. Más tarde, aprovechando su puesto como descifrador de los códigos del enemigo, prestó un servicio incalculable a la URSS. En aquella época, los enviados de Hitler y Churchill negociacban en secreto la firma de un armisticio a espaldas de la URSS. Nadie en Occidente iba a levantar la voz contra la posterior invasión del territorio ruso por parte de las tropa alemanas. Kim alertó al NKVD (predecesor del KGB) consiguiendo variar el curso de la guerra. Finalizada la II Guerra Mundial, Kim fue nombrado jefe del Departamento 9, encargado de la contrainteligencia soviética. Teóricamente debia combatir las operaciones del KGB, pero en realidad actuaba como un apéndice del mismo. Los agentes de Kim en Moscú captaban a los disidentes soviéticos y después él los delataba. Se ignora el número de soviéticos fusilados a raíz de la desmantelación de las sucesivas "redes clandestinas" antisoviéticas. En 1949, tras un período de dos años al frente del Secret Intelligence Service en Turquía, bajo la tapadera de funcionario del consulado en Beirut, lo destinaron a Washington como oficial de enlace entre la CIA y el SIS. Excepto Blunt, en la capital norteamericana se dieron cita todos los miembros del "círculo de Cambridge". El FBI no daba abasto, pues Burguess continuaba siendo un personaje estrambótico y Maclean continuaba bajo sospecha desde la fuga de cierta información sobre energía nuclear y el proyecto de crear la OTAN. La precipitada huida de Burguess a Moscú puso en un brete la seguridad de Kim Philby. Peter Wrigt, más tarde director adjunto del MI-5 (contraespionaje británico), señaló a Kim como el tercer hombre del "círculo de Cambridge" (en realidad los sospechos llegaron a ser cinco). Kim acudió a Locoufiel (cuartel general del MI-5) pero ni lo acusaron ni lo absolvieron. Durante varios años permaneció suspendido de empleo y sueldo. En 1955, el SIS lo rehabilitó aparentemente, quizá con la intención de convertirlo agente doble. Lo enviaron a Beirut como corresponsal en Oriente Medio de los periódicos "The Observer" y "The Economist". Contrajo matrimonio por tercera ocasión. La boda provocó un revuelo entre los periodistas extranjeros acreditados en Beirut porque Eleanor Kearns, "felizmente casada" con el corresponsal de "The New York Times" Sam Pope Brewer, solicitó el divorcio en un periquete tras conocer a Kim Philby. La señora Eleanor Brewer pasó a ser la señora Eleano Philby. Durante varios años dedicaron la mayor parte del tiempo a recorrer la región de Oriente Medio. Pero Kim ya no gozaba de la confianza de sus superiores y sin duda no iba a lograr el objetivo del KGB de ascender a la jefatura del SIS. Tanto la CIA como el MI-5 continuaban acechando sus pasos. En 1963, temeroso de ser detenido, huyó de Beirut a bordo del carguero soviético "Dolmatova". Reapareció en Moscú, donde cayó prendado de Melinda Marling, la mujer de Maclean. Ya en la pendiente de la vida conoció a Rufa su última esposa. El 11 de mayo de 1988 emprendió el último viaje. Los funerales tuvieron lugar en el cuartel general del KGB. Miles de moscovitas le rindieron homenaje a los acordes de la "Marcha Fúnebre" de Chopin. Muerto Kim Philby, y descubierto Anthony Blunt como el "cuarto hombre", Peter Writh, el cazador de espías, apuntó a Roger Holis, como el quinto topo del KGB. ¿Habría un sexto nombre? Kim se llevó el secreto a la tumba.

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