SOBERANÍA CANARIA

El crecimiento de las burbujas financieras e inmobiliarias, cada vez más globalizadas, mantienen la ilusión del enriquecimiento generalizado. En este marco económico, el objetivo del crecimiento provoca la continua y masiva explotación de la biosfera, la corteza terrestre y la atmósfera, junto a la expansión urbana y las infraestructuras del transporte, a un ritmo bastante superior al crecimiento demográfico. Enormes aglomeraciones; abandono de grandes áreas rurales; mastodónticas infraestructuras. ¡¡Deterioro del territorio!! En este contexto, los gobiernos autonómicos han permitido (a los municipios) el uso masivo del suelo como materia prima de pingües y rápidos negocios, y así los "convenios urbanísticos" se han convertido en una herramienta de la especulación. Entre los años 1987 y 2000 el incremento del suelo urbano supuso el 25 por ciento del terrirotrio (en detrimento de los bosques, huertas, pastizales). La degradación de las costas mediterráneas y los archipiélagos canario y balear ya no son ejemplos únicos de especulación, destrucción y corrupción; ahora también las costas del mar Cantábrico se han sumado a la carrera urbanizadora. El interior de la Península tampoco se queda atrás.

Bonitó artículo ¿verdad? Ha sido publicado en la revista "El Viejo Topo" por dos miembros del Área Federal de Ecología y Medio Ambiente de Izquierda Unida. Bonito, pero contradictorio, un galimatías porque no se puede defender a la vez los campos sembrados de margaritas y la inmigración masiva en Canarias (ni llamar racistas ni xenófobos a quienes defienden la conservación de las islas frente a la superpoblación). ¿Regularizar a cuantos inmigrantes arriben a Canarias engatusados por los insaciables patronos esclavistas de la hostelería y la construcción? ¿Cuánta gente sobra en Canarias? Hagamos números. Canarias tiene 7.500 kilómetros cuadrados de superficie y dos millones cien mi habitantes (280 criaturas humanas por kilómetro cuadrado). ¿Cuál es el umbral crítico del planeta a partir del cual sólo habrá miseria, guerra y muerte por la sobrevivencia? Los más pesimistas calculan en 8.000 millones de terrícolas y los más optimistas fijan el punto crítico en 15.000 millones. Tomemos en cuenta esta última cifra. Dividida entre 510 millones de kilómetros de tierra firme (incluido el inhóspito continente antartico y los inhabitables desiertos, montañas y selvas) arroja la cifra de 29'4 personas por kilómetro cuadrado (una décima parte de la densidad de Canarias sin contar los 12 millones de turistas anuales ni los inmigrantes clandestinos). ¿Queda claro? Naturalmente hay quien opina que en Canarias cabe más gente. ¿Cuatro personas por metro cuadrado por ejemplo? Todos de pie y sin moverse las 24 horas, cabrían 300 millones de seres humanos (4 por 75 millones de metros cuadrados). Pero la gente es caprichosa a la hora de dormir horizontalmente, y ensuciar (hacer popó le dicen los sudamericanos finos) en privado, y jugar en la playa con los niños, y trotar en bosques y montañas, y asistir a cines, teatros, auditorios, iglesias, campos de fútbol, autódromos, piscinas, estadios de atletismo, tiendas, almacenes, bibliotecas, y trabajar en fábricas, talleres, oficinas, y cultivar el campo, y producir electricidad en centrales térmicas o nucleares, y viajar por carreteras, y votar en los colegios electorales (cada vez menos a Izquierda Unida por contradictoria). ¡¡Tantas y tantas actividades como el hombre desarrolla en el suelo como soporte físico!! ¿Cuánta gente sobre en Canarias? Más pronto o más tarde la superpoblación de Canarias originará miseria, guerra, muerte.

INMIGRACIÓN Y ECOLOGÍA

"Es probable que una de las manifestaciones más importantes del cambio climático en las colonias vegetales del mundo sea la invasión por plantas "foráneas" no autóctonas, de especies que, por unas u otras razones, son capaces de beneficiarse de las nuevas condiciones climmatológicas. Las especies foráneas pueden resultar peligrosas porque suelen llegar al nuevo hábitat sin las afecciones ni otros factores limitativos que mantienen su número a raya en sus ecosistemas naturales, y porque las plantas autóctonas pueden no haber desarrollado readaptaciones de vigor suficiente para defenderse de sus recién llegadas vecinas. Así, aunque a primera vista parezca que las intrusiones foráneas sean "buenas" para la biodiversidad, puesto que suman más especies al ecosistema, los efectos a largo plazo son en general lo contrario: las foráneas dominan a menudo a las nativas, e incluso a veces dan lugar a su extinción. La proliferación de plantas foráneas ha alcanzado cotas muy superiores a los tipos naturales de invasión, y es probable que el cambio climático acelere este proceso". Chris Bright, investigador del Worldwatch Institute.

FUTURO CATASTRÓFICO

"Desempleo; trabajo en precario (contratos temporales, contratos basura) y salarios reales cada vez más bajos son los retos de muchos trabajadores en el mundo, aunque sus condiciones y circunstancias particulares sean muy distintas en países pobres y países ricos. El fracaso en el tratamiento apropiado de los problemas sociales más agudos podrá acarrear consecuencias políticas muy negativas. Las personas que han perdido la esperanza, que ha visto cómo han desaparecido las referencias a la seguridad, que están cada día más descontentas, son las más propensas a dar su apoyo a "soluciones" extremistas, y evidentemente algunos políticos están dispuestos a explotar en su provecho la política del miedo. La desigualdad, la pobreza y la falta de oportunidades no son nada nuevo. Sin embargo la polarización actual tiene lugar cuando los sistemas de apoyo social se están debilitando o desapareciendo". Michael Renner, investigador del Worldwatch Institute.

DESIERTO DE CEMENTO Y ESPECULACIÓN

Los datos se acumulan y estremecen. Dejaremos como herencia un desierto de cemento rodeado de cloacas y burócratas. España a la cabeza de Europa de la lista de crímenes urbanísticos. Primero se especula y luego se legaliza... o no, tanto da, porque el destrozo ya está hecho. Así se financian los ayuntamientos y los partidos políticos. Verdad descarnada. Ni el PSOE ni el PP ni mucho menos CIU, PNV o ERC quieren barrer la basura escondida debajo de la alfombra de su financiación escandalosa, y las grandes empresas de la construcción pagando y pagando comisiones para engordar sus cuentas de resultados. Más cemento, más contaminación, mas sequía, pero todos contentos. Más chiringuitos, más urbanizaciones, más ingresos en la Seguridad Social, más dinero en los bolsillos de unos cuantos. Pan para (alguno) hoy, hambruna para mañana". Isabel San Sebastián Cabasés, en "El Mundo".

TURISMO DEPREDADOR

"El único objetivo válido, bendecido por políticos y empresarios, en este lejano "Oeste" del turismo que es Canarias, consiste en el crecimiento turístico, es decir, en que la locomotora corra cada vez más y en que nunca se pare. Más vuelos con más turistas, que necesitan más hoteles y apartamentos, que utilizan más coches de alquiler, que generan más residuos, que provocan más congestión, que utilizan más espacios naturales y que necesitan más y más y más... combustible para la locomotora. Y ese combustible no es otro que el deterioro continuado de cada isla porque, en el fondo –cuando nos atrevemos a reconocer de verdad qué es lo que está pasando y apartamos las ramas y flores de plástico que constituyen las declaraciones tan rimbombantes como inútiles de espacio natural protegido o de Reserva de la Biosfera, entre otras– lo que vemos es que cada isla es considerada simplemente como un vagón más de madera que puede ser utilizado como combustible inmediatamente o como un simple solar al que los "fogoneros" (promotores y especuladores) están deseando urbanizar o "desarrollar". Sin embargo, la realidad es incontestable, el crecimiento turístico sólo es posible porque el precio que pagan los turistas por sus desplazamientos, incluido el transporte en avión, es mucho menor que los costes sociales inconmensurables que generan esos desplazamientos y que habitualmente son ignorados aunque, a veces, se intentan financiar con fondos públicos lo que, paradójicamente, exige un mayor crecimiento del turismo que aporte esos fondos. Porque hemos pasado de una situación en la que el turismo era una actividad que estaba al servicio de la isla, lo que permitía mejorar personalmente o financiar la construcción de ciertas infraestructuras colectivas de carácter básico, a otra situación en la que la isla está por completo al servicio del turismo y acaba destruyéndose y destruyéndolo sin que se resuelvan los problemas que los ingresos obtenidos gracias al turismo habrían podido resolver. De hecho nos enfrentamos a la tremenda obviedad de que cuanto más crece la economía ligada al turismo, dicho crecimiento genera nuevos y acuciantes problemas cuya solución real no es otra que la disminución del crecimiento de ese turismo pero cuya solución aparente y políticamente aceptada requiere más crecimiento del turismo para poder financiar esas soluciones. Obviamente, al final resulta que toda solución lleva su problema incorporado por lo que la espiral crecimiento turístico-problemas-soluciones-crecimiento turístico-problemas nunca tiene fin. En suma, la locomotora turística devora al turismo y a las islas en tanto que espacios sociales convirtiéndolas simplemente en espacios comerciales y en espacios de conflictos cada vez más agudos e irresolubles desde la lógica del crecimiento turístico. La prueba consiste en que se han construido cientos de hoteles y miles de apartamentos, recibiendo a millones de turistas y generándose unos ingresos de miles y miles de millones, se han construido nuevos puertos, aeropuertos y carreteras, pero nunca es suficiente. Hay que mantener la locomotora en marcha y seguir trayendo más turistas y construyendo más hoteles y apartamentos, ampliando los puertos y los aeropuertos para, finalmente, convertir el territorio insular en un inmenso y masificado aparcamiento de personas y de automóviles, razón destacada por muchos turistas para no repetir su visita a la isla. ¿Cuántos turistas más tendrán que venir para que primen realmente los intereses colectivos sobre los individuales?". Federico Aguilera Klink.

CEMENTO Y DESTRUCCIÓN

El comisario de Asuntos Económicos y Monetario de la Unión Europea y dirigente del PSOE, Joaquín Almunia Aman, ha puesto el dedo en la herida acerca del modelo económico de España basado en el reinado del cemento (modelo de insostenible mantenimiento a largo plazo). Pero cuando eso suceda Canarias ya estará destrozada. ¿Qué haremos con nuestra tierra y en nuestra tierra si la explotación turística revienta? El turismo depredador representa en Canarias el 80 por ciento del PIB (ese PIB tan alabado por el ministro lacayo del capitalismo salvaje y cierto periódico latino para defender la masiva importación de mano de obra barata clandestina o contratada legalmente en origen en detrimento de los derechos laborales de los nacionales). ¿Cómo podrá Canarias en ese supuesto hacer frente a las prestaciones sociales gratuitas o subsidiadas (vivienda, sanidad, educación) de los inmigrantes "regularizados" fraudulentamente? Los residentes NO canarios suman más del 25 por ciento de la población, y el número continúa subiendo... Que Dios ponga su mano a tiempo para evitar una guerra. ¡Turismo depredador! La ex diplomática colombiana María Clara Ospina Hernández ha reflexionado sobre la bendición o maldición del turismo:

"El día en que desembarcamos en la isla griega de Santorini, doce mil personas hicieron lo mismo, al tiempo. Cinco grandes cruceros fondearon en la caldera del cráter del volcán que hizo explosión hace 3.500 años, formando a su alrededor altos acantilados de donde "cuelgan" blancos pueblitos de casas adoquinadas y cientos de pequeñas iglesias con cúpulas azules. La fila para el funicular que nos subiría al pueblo de Fira tomaría más de una hora, así que optamos por subir al estilo tradicional, en burro. Esperaba contratar con un campesino (como el de las fotos); en cambio, negocié nuestro ascenso con el jefe del sindicato de "burreros" que arrean a unos 400 animales permanentemente de arriba a abajo, transportando asustados turistas, unos tras otros, en un ambiente tan pesado con el olor a estiércol que hace difícil respirar. ¡Hay que resignarse! Quedan pocos lugares que no hayan sido invadidos por el turismo. En Perú, Machu Picchu se visita en fila india y para entrar al Palacio Potala en Lhasa (Tíbet), la línea puede durar varias horas. No les quiero ni mencionar el horror que fue mi reciente entrada a la Acrópolis en Atenas, o a la audiencia con el Papa en Roma; allí estuvieron a punto de aplastar a esta viejita. Las nuevas comunicaciones, el aumento del ingreso y la movilidad mundial facilitan el turismo de masas. Antes sólo viajaban los exploradores, los aventureros, o los más ricos. Hoy, millones de personas podemos viajar con relativa facilidad. El año pasado 860 millones empacaron sus maletas y enrumbaron a disfrutar de playas, escalar montañas, visitar museos y lugares arqueológicos alrededor del mundo. El turismo crea millones de empleos, subiendo el nivel de vida de países enteros. También permite el intercambio cultural tan importante para la comprensión de los pueblos. Además ha hecho posible la recuperación de lugares excepcionales que, hasta hace poco, se encontraban abandonados. Pero ha puesto en peligro algunos lugares de gran fragilidad que pueden ser destruidos por el turismo que en este momento les trae beneficios económicos. Volviendo a nuestro viaje; una vez que logramos subir a Fira, en Santorini, encontramos las calles aglomeradas de gente y los almacenes llenos de las consabidas carteras de "marca" hechas en China, y de joyas fabricadas en Tailandia. Sólo cuando salimos a pueblos ignorados por el maremoto turístico encontramos lo que buscábamos. La tiendita de bordados a mano, la taberna con vista sobre el mar más azul que haya visto. En ella almorzamos pulpo recién pescado. Allí, "incluso" encontramos gente hablando griego y tomando uzo. Sí, aún quedan lugares auténticos ¿Pero, hasta cuándo? El tiempo dirá si el turismo, aun el bien administrado, es una bendición o una maldición para nuestro planeta".